En un frutero seco duerme el cardenillo, y el polvo de limón y de ciruela...hiede a anís, y a fermento, viaja el tiempo entre sobre sus antiguas corazas.
En un museo de la guerra el tiempo ya se ríe de todo y sopla indiferente a la indiferencia insultante.
No eres vigilante del puerto, no dejas que tu fruta se seque, no eres pieza de museo... eres la preciosa Blanqui del Lago, la reina del tiempo.
Lagtal
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Hola, qué bueno que viniste