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centelleó mi vida sólo cuando hice el amor contigo.
Como la luciérnaga se enciende y se apaga, se enciende y se apaga,
a medias puede uno seguir su camino
en la noche oscura del olivar.
Durante los meses tristes,
estaba el alma desesperada y sin vida
pero el cuerpo caminó directo hacia ti.
El cielo de la noche rugió.
Sigilosamente ordeñábamos cosmos y sobrevivimos.
Apuntes de fuego. Tomas Tranströmer, Premio Nobel de Literatura 2011
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