La vida, en sus entretelas, mantiene el calor de la tarde... de vez en cuando un túnel de viento tormentoso y frío reduce tu ser a la mínima expresión de un fritango mordido y casi abandonado... ocúltate de otras bocas y sigue en el plato alerta... podrá ser que por vergüenza el tiempo no te tome y acabe contigo. Y en fin, en el calor de la tarde que aún áscua mantiene, descansa y mécete, repasa el canto de tus manos y apóyate en tu corazón sin rencores a través del camino... mira los colores, atrapa el olor y la esperanza en la volátil cambiatina de la realidad y media y de la irrealidad gemela.
lagtal
Tu esencia sigue intacta... Te quiero.
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Hola, qué bueno que viniste