Un alto en el camino, con la incertidumbre de la última vez, triste destino, al que me lleva un avión hoy, a otra distancia.
Ella, la mujer que más unida a mí estuvo, pues más unión carnal no puede haber... se desliza por la pasarela de la vida, y juntos los que más estuvimos unidos a ella, pues más unión carnal no puede haber, asistimos a este desfile natural.
Sin embargo, feliz destino acortar la distancia espacial que la circunstancia ha querido para gozar de su compañía el tiempo que me dona la circunstancia.
Y en tal situación circunstancial, gracias a quien mantuvo viva la esperanza de este viaje.
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Hola, qué bueno que viniste