...viviremos felices y con intensidad toda esta cascada de sentimientos que fueran como si el mar fuese un salmón y subiera y subiese hasta las fuentes donde mana el río, una película de velocidad frenética hacia el origen...
...y el mar nos prueba una vez más, llega la tempestad... viene la calma y su peligro... ¡remad!

martes, 8 de febrero de 2011

nuestro abismal y querido silencio




Cuando nuestras dos almas se alzan firmes
cara a cara, silenciosas, dibujando intimidades,
hasta que la extensión de nuestras alas se quiebra
lacerando cada recodo, quemando cada curva...

Entonces
¿qué amargura de la tierra puede opacarnos
sin que en el otro encontremos eterno consuelo?

Piensa que, escalando alto,
los ángeles nos contemplan
deseando derramar una dorada,

una perfecta melodía
sobre nuestro abismal y querido silencio.


Elizabeth Barret

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